A lo largo de la duración del estudio, los niños se someterán a evaluaciones rutinarias del desarrollo y la audición, que ayudarán con el diagnóstico temprano de cualquier complicación de la infección.

Cualquier niño que tenga una anomalía del desarrollo neurológico, de la audición o de la visión será remitido para una evaluación y tratamiento adecuados.

También se les pedirá a las familias que completen encuestas periódicas sobre su experiencia con el CMV congénito, tanto como diagnóstico médico como en la medida en que afecta sus actividades diarias.
